DESTINO LONDRES: RECALCULANDO

13/01/12 Hola amigos queridos!! FELIZ AÑO NUEVOOOOOOOO!!! me fui, pero he vuelto...

Después de un largo paréntesis de vacaciones familiares en nuestras tierras de origen, confieso que se siente raro volver al destino presente. La mente de uno se empieza a descompaginar como un GPS en proceso de "recalculando" y de repente uno ya no sabe a donde pertenece. Londres ya deja de ser el lugar extraño al que recién llegamos para convertirse en ese lugar conocido en el que ya estamos más que instalados. A algunos nos cuesta más y a otros menos, pero tarde o temprano siempre llega ese sentimiento agri-dulce de notar que "mi casa ya no es más mi casa sino un lugar de paso al que vamos de visita... y que Londres pasó a ser nuestra casa con todo lo que eso significa". Lo único que les puedo decir amigos es que no es facil la vuelta al futuro después de haberse estado de vacaciones por nuestro pasado. Se siente MUY raro!!

Así como se siente raro volver a escribirles!!

Mucha gente me preguntaba por qué había dejado de escribir durante mi estadía en Argentina, y la realidad es que no sabía qué contestarles!! Mi respuesta preferida era que no podía escribir sobre mis experiencias en Argentina en un blog que se llama "Living in London"... una excusa tan mala como obvia, pero lo suficientemente válida como para no seguirlo analizando. Pero claro, de repente ahora que me siento a pensar en esto, finalmente entiendo que lo que me impedía escribirles desde allá era esa desconexión entre mi pasado y mi presente, esa distancia de 11.000 kilómetros que los separan y esa dificultad mental de asumir que nuestros viajes a Argentina no son un corte de "vuelta a casa", sino un capítulo más de estar increíble experiencia de estar VIVIENDO en Londres.

Tal vez parece que estoy medio bajón, pero para nada!... simplemente estoy procesando esta idea que naturalmente a veces se nos enmaraña y nos desorienta. Sobretodo cuando la vuelta es caótica y acelerada como la mia!!

Me tomé el avión de vuelta 2 días antes de mi cumpleaños porque no quería festejarlo lejos de Joaco (que ya estaba en Londres). Tuve la suerte increíble de que, por esas no casualidades de la vida, me tocó viajar con mi amiga del alma, la Pili, que vive en Italia. Las dos hacíamos escala en Madrid y tomamos el mismo vuelo de Aerolineas.

Llegué a Londres la noche del 12 de enero AGOTADA. En el lapso de unas horas de vuelo había pasado de los 40 grados de Buenos Aires a los 2 grados bajo cero. TERRIBLE!! cagada de frío, con jet lag y muerta de sueño... y, por supuesto, cargando a cuestas mis infaltables y fieles amigos "los 2 muertos". Se imaginarán mi estado anímico cuando llegué a casa: completamente malhumorada!! sin mencionar que al día siguiente cumplía 30 años, lo cual tampoco me hacía ninguna gracia!!.

Por suerte Joaco me esperaba preparado para cambiarme el ánimo porque sino creo que me echaba eternamente a dormir en una cama. De hecho hice el intento... llegué y me acosté de inmediato. Estaba FELIZ de verlo a Joaco y de haber llegado... pero ya venía medio alterada y lo que me terminó de deprimir fue ver la cantidad de ropa sucia que que me esperaba y me saludaba desde el canasto. Tienen que entender que estaba algo descompensada, había estado muchas horas sentada en el avión a 90 grados.

Después de un ratito de relax horizontal en la cama y de apoyo psiquiátrico de Joaco, me volvió el alma al cuerpo. Joaco me tenía preparadas un montón de sorpresas para el día siguiente, pero ante la situación de emergencia emocional, tuvo que adelantarlas. Y es tremendo darse cuenta que una es TAN básica: bastó solo el anuncio de los regalos para que me volviera la sonrisa a la cara. Santo remedio!! todo lo feo había quedado atrás con un simple y lindo ramo de flores y una bolsa de Anthropologie. Que horror!! hora que lo cuento me siento mal... pero les juro que no es de materialista, sino de la emoción del lindísimo gesto.

Al final no era 1, sino como 7 regalos: 1 bufanda, 1 saquito, 1 campera, 1 perfume, las flores y 2 tortas para el festejo del día siguiente. Y con la certeza de sonar cursi y sentimentaloide, les voy a decir que me fui a dormir agradecida a la vida por haber llegado, porque aunque cambié de ciudad, mi hogar sigue siendo el mismo: Joaco.

Al día siguiente me desperté renovada... pero helada!! el cambio de clima es durísimo!! Gracias a Dios que la calefacción funciona bárbaro.

Me dí cuenta que en una larga noche de invierto londinense había dado vuelta una GRAN página: había cambiado de humor, había cambiado de clima, había cambiado de ciudad, había cambiado de década y había cambiado de vida... (ahora entienden por qué estoy en este estado de "recalculando"??).

Fuimos a pasear bien abrigados, almorzamos en un lugar lindísimo de Maida Vale con el solcito que nos calentaba desde una ventana y a la tarde nos preparamos para salir a festejar los 30... porque pueden haber cambiado muchas cosas, pero lo que nunca cambia acá en Londres son las ganas y los animos de fiesta!

El festejo fue en el lugar de siempre: el bar de la Universidad. Lo buenísimo es que a pesar de la poca organización fue un montón de gente!! fueron casi todos nuestros amigos y fue como un gran reencuentro entre todos después de las vacaciones. Nos abrazamos, nos pusimos un poco al día, brindamos con los infaltables tequilas, me dieron más regalos y me hicieron morder la torta como si cumpliera 12 años... jejjejeje!! estuvo muy muy bueno... y como siempre suele pasar en mis cumpleaños, cuando cerró el bar decidimos seguir la fiesta en casa con los amigos que quedaban... en definitiva, terminamos el festejo como a las 3 de la mañana, 8 horas después de que había empezado. Ya ven que algunas cosas nunca cambian...

En fin... ahora estoy más vieja, con frío, cansada y tengo que lavar todos los platos de la noche pasada... pero les aseguro que no puedo estar más contenta de absolutamente TODO lo que me está pasando.

Un beso giganteeeeeee!! y no saben cuánto los extraño!!