CAMBRIDGE

05/02/12   Cambrigde siempre me intrigó y fascinó aún antes de haberla conocido. Después de todo, y según el ideal colectivo, Cambridge es nada más y nada menos que una de las ciudades más lindas de Inglaterra y una de las universidades más prestigiosas e importantes del MUNDO ENTERO... o sea, Guau! No me digan que no les suena fascinante o les inspira respeto!
A mi si!! y por ese motivo, desde que llegué a Londres, se me puso en la cabeza que quería conocer Cambridge...  pero no como una turista, sino como una estudiante. No quería ver los edificios universitarios desde afuera para pasar de largo y quedarme con las fotos... sino que quería entrar, sentarme y tener una clase.... ver cómo es, cómo se siente y cómo funciona todo este famoso universo académico que constituye Cambridge.

Con ese objetivo, apenas llegué a Londres, me metí en la web de Cambridge y me puse a investigar las diferentes opciones de estudio, pero eran todas muy intimidantes: puros masters, doctorados y programas de investigación que duran años y más años...  era un poco como demasiado. O sea, me encantaría hacer un master (de hecho, lo consideré y lo sigo considerando), pero este primer objetivo experimental consistía en hacer algo más bien corto, como para conocer la Universidad y darme una idea de cómo se vive y se estudia por dentro. La cuestión es que no me dí por vencida con la web y seguí investigando, hasta que de repente encontré justo lo que estaba buscando: un sector de cursos cortos llamados "Weekend Courses", uno más interesante que el otro. Te ofrecían la posibilidad de pasarte un fin de semana entero en Cambridge estudiando un tema determinado. BINGO!! me pareció bárbaro!! Una oportunidad única como para conocer la Universidad, la gente, la ciudad... y volver habiendo aprendido algo.
Sin pensarlo me anoté en el que me parecía más copado. Se llamaba "Globalization: To be feared or welcomed?"... me sonaba perfecto!. Cuando terminé de aplicar no podía estar más feliz... la sensación de la fantasía cumplida era muy agradable. Una fantasía MUY NERD por cierto... pero bueno, es que Inglaterra te produce un poco eso, porque hay tantos lugares y temas para investigar y estudiar que te dan ganas de anotarte en todos los cursos que vas descubriendo. Encima... después de inscribirme, me dieron la opción de aplicar a una beca... y pensé: ¿Por qué no?...   asique apliqué y a los dos días me la dieron!! GENIAL!
Bueno...  así fue como pasaron unos meses y finalmente llegó el fin de semana de ir a hacer mi curso a Cambridge. Y Joaco CHOCHO porque mientras yo estudiaba también íbamos a aprovechar para visitar a Diego, su primo querido que vive allá con su esposa Ceci (él está haciendo un doctorado en economía y ella está trabajando en la parte editorial de universidad: dos genios).
Era viernes a la tarde, armamos un bolsito, compramos el boleto y partimos desde King´s Cross Station en el tren rápido rumbo a Cambridge. A los 30 minutos de haber salido ya se empezaba a ver, desde las ventanas del tren, cómo cambiada radicalmente el paisaje, la actividad y el ambiente. Era impresionante ver cómo en tan poca distancia y en tan poco tiempo se había desvanecido por completo el agite urbano y la "cosmopolicidad" londinense. Ya no había movimiento, ni lugares raros, ni carteles de colores...  todo era paz y campo con lomas verdes (MUY verdes)... y cada tanto algunos pueblitos que parecían pintados, o mejor dicho, calcados. Pocas veces había visto algo TAN prolijo y homogéneo: cada casa exactamente idéntica a la otra... construídas con ladrillos y madera, y todos los techos con las mismas tejas. Y pensé que... claro...  esta es la verdadera Inglaterra. Pero al mismo tiempo se me vino una pregunta a la cabeza: si estos son los verdaderos ingleses ¿De donde salieron las mujeres con los pelos teñidos de fucsia o verde?? los punks, los darks o los locos revolucionarios del rock???...
No sé..  supongo que la respuesta forma parte del encanto de los ingleses, que parecen todos puritanos y viven en casas de cuentos... pero adentro de esas casas tal vez están completamente ebrios, bailando o cantando musica tribal con un pantalón de tul rojo y una remera de hilos de metal negros...  que se yo!!  
En fin... después de todos estos pensamientos (no muy productivos, lo acepto) llegamos y me tomé un taxi directo a Madingley Hall, el lugar en donde empezaban mis clases inmediatamente. Y para mi sorpresa, este lugar donde se dictan los cursos cortos de la Universidad de Cambridge no quedaba en el centro de la ciudad sino más a las afueras... en una zona rural tranquila y pintoresca. Confieso que ni me había gastado en investigar sobre el lugar porque nunca que se ocurrió pensar que podía ser un edificio separado del centro de Cambridge...  pero mejorrrrr!!  porque fue una muy grata sorpresa!!  O sea...  miren las FOTOSSS!!  Se trataba de una "casa de campo" (así la llaman ellos) del siglo 16 ALUCINANTE que había pertenecido a la familia Madingley y que ahora había sido restaurada y adquirida por la universidad... Un sueño!!  Yo me sentía que había viajado en el tiempo y que de repente me había convertido en uno de los personajes de Sensatez y Sentimientos...  estaba fascinada!!
El plan era el siguiente: apenas llegáramos, nos iban a registrar, luego nos iban a mandar al sector del bar para que nos conozcamos todos y nos presentemos en un ambiente descontracturado, luego nos iban a servir la cena (aaah! porque me olvidé de contarles que todo este programa de fin de semana de estudio incluye todas las comidas y hasta incluso el hospedaje, cosa que yo no solicité porque me fui a dormir a lo de Diego y Ceci), y luego íbamos a tener la primer clase. Y así fue... me registré, me fui al bar en donde me puse a charlar con un señor chileno (economista) y con una señora nigeriana (esposa del embajador de Nigeria), y luego nos llevaron a un comedor enorme y fabuloso en donde nos sirvieron una cena muy paqueta. La escena era onda Harry Potter...  con la misma magia y similares personajes. Y después de la cena vino la primer clase, con una profesora preparadísima que nos introdujo en el tema de la globalización con algunas preguntas atrapantes...  y al final del día partí contentísima rumbo a lo de Diego y Ceci. Durante el camino en taxi alcancé a ver muy poco de la ciudad porque era de noche, pero igual empecé a sentir el efecto de ese aire viejo y a la vez joven... inocente y cargado... de estas calles llenas de bicicletas y estudiantes.
Llegué tipo 11 de la noche, charlamos, nos pusimos al día, nos reímos un rato y nos fuimos a dormir felices de estar en familia y positivamente cansados.
En breve les sigo contando sobre nuestro finde en Cambridge. No se pierdan la segunda parte!
BESOTESSS!! Los extrañamos...













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