HONG KONG I 'LL MISS YOU!

11/12/2012 Acá estoy de vuelta para continuar lo prometido. Y les escribo mientras sigo volando a Tokyo, pero después de haber hecho una escala, ahora estoy en otro avión distinto. Lo gracioso es que no es un avión de pasajeros japoneses como yo hubiera creído, sino que estoy rodeada de brasileros barra-bravas que están viajando a Tokyo para hacerle el aguante a su equipo. Resulta que, aparentemente, en Japon está aconteciendo una especie de mundial de football entre los clubs más importantes del mundo... asique acá estamos... volando a Tokyo Joaco y yo...y lahinchada de los Corinthians. Si los vierana los muchachos!!... les hubiera sacado una foto pero me dió miedito.
En fin... sigamos con Hong Kong...
Y para retomar el tema de la comida, vale aclarar que además de morfar como cerdos, también caminamos y quemamos calorías. Seguimos algunos tips de amigos y nos apropiamos de una guía de Matias... y con la guía en mano salimos a hacer las típicas cosas turísticas.
Fuimos al Man Mo Temple, uno de los templos chinos más antiguo de la ciudad y tratamos de entender un poco sobre sus Dioses, símbolos y ritos. Estaba lleno de saumerios, ídolos y flores... y en la salida, unas oficinitas laterales con adivinadores de suerte y expertos en astrología.
También fuimos al Victoria Peak, una colina alta con una de las vistas panorámicas más lindas de la ciudad y de la bahía. El paseo está bueno porque subís en una especie de trencito inglés antiguo que quedó en funcionamiento desde la época colonialista.
Ya no queda mucho del Hong Kong británico, sólo algunos detalles como éste trencito, los tranvías de dos pisos, unos pocos edificios coloniales y un par de tiendas típicas londinenses... como Harvey Nichols o Marks and Spencer. Tal vez el edificio de arquitectura colonial europea más típico e imponente es el Hotel Península, que a pesar de haber sido construído en 1928, todavía conserva su lujo intacto y su tradicionalismo. Con Joaco entramos y es verdaderamente maginífico en todo sentido, sobretodo por el detalle del helipuerto y los rolls-royces en la puerta esperando a conducir a algún afortunado huesped a cualquier destino.
Sacando esas cosas, me atrevería a decir que en Hong Kong de antiguo no queda mucho... o mejor dicho, casi nada.
El centro de la ciudad es netamente modernoy bastante chico... se conoce rápido... y hasta tiene un aire de "pueblo", por así decirlo. O sea, es normal salir a la calle con alguien local, como Mati, y que se encuentre con amigos, gente conocida o compañeros de trabajo. Y esto ocurre principalmente porque los "expats" (extranjeros expatriados por trabajo) viven todos en Hong Kong Central, cerca de las oficinas, la joda y, en lo posible, de un supermercado.
Los bares y boliches son un capítulo aparte... tienen mucha onda!! y la joda es alucinante. Y como detalle muy bizarro, les cuento que en Hong Kong muchos locales, restaurantes, boliches y bares están instalados en departamentos. Fuimos a un bar, por ejemplo, que quedaba en el piso sexto de un edificio X... entramos, subimos en el asensor y cuando llegamos al sexto se abrieron las puertas y nos encontramos con un patova paradito en el pallier con cara de malo (eso parece que es universal)... pero todo muy extraño!!. Después entrabas al depto y de repente FIESTA, boliche, gente, tragos, barra y de fondo uno hitazo de James Brown sonando... "get uppa, get uppa... I feel like being a sex machine"... BUENISIMO!!.
Y otra rareza, media pava, pero que me llamo mucho la atención es que cuando arreglan o construyen edificios los andamios no estan hechos de hierro sino de caña. Raro no?
Como sea, lo cierto es que al cabo de unos pocos días ya nos conocíamos casi todo el centro, por lo cual decidimos cruzar el canal e irnos al Hong Kong continental. Para eso nos fuimos al puerto y nos subimos a Star ferry que es un barquito comodísimo que te lleva al otro lado (llamado Kowloon) por 25 centavos de dolar ... y el paseo es lindísimo!!!. Una vez Kowloon nos fuimos al Museo de Arte de Hong Kong que no es nada del otro mundo pero vale la pena por su colección de porcelanas y dibujos. Después fuimos a un "night market" callejero, y ya para terminar el día, nos instalamos en la costa a disfrutar de la increíble perspectiva del centro. Fue zarpado ver el Show de las Luces con sus flashes enceguecedores desde un primer plano.
Para cuando llegó el fin de semana, ya habíamos visto casi todo lo importante, por lo que el domingo decidimos embarcarnos a Lantau que es otra isla muy cercana... que merece una visita si hay tiempo y ganas. Fuimos con Mati y su amiga japonesa y nos quedamos a pasar un día lindísimo que consistió en un almuerzo en la costa, un viaje en funicular y unas vistas del mar espectaculares... y para terminar, una visita a un famoso Budha gigante.
Al día siguiente también se nos dió por explorar un poco más allá y nos fuimos a Macau, otra isla cercana que fue colonia portuguesa hasta hace unos años y que ahora se transformó en un centro de timba y juego SIDERAL... una especie de sucursal de Las Vegas pero para el público oriental. Es un lugar loquísimo, lleno de hoteles y mega-casinos, pero a la vez bastante pobre y decadente en algunas zonas en particular. Para ser sincera, no nos gustó mucho ni a mi ni a Joaco...pero hay que tener en cuenta que fuimos de día (tal vez de noche es otra historia) y con poca información sobre lo que valía la pena mirar. Solo nos dedicamos a recorrer el Hotel Venetian, que es una copia de la Piazza San Marco y el Gran Canal (con gondolas incluídas)...y antes de volver a Hong Kong dimos una vuelta por el centrito portugués y colonial.
Y así... entre paseos, comida, amigos y otras islas... se nos pasó la semana y llegó el momento de la partida.
Contentísima me fuí habiendo aprendido y conocido un lugar nuevo y completamente distinto. Me voy llena de recuerdos lindos!
Mi super "highlight" de Hong Kong: una noche que nos fuimos con Joaco a tomar unos tragos al bar Sevva, en la terraza del Mandarin Oriental... los dos juntos en ese lugar increíble y envueltos en una brisa romántica y marítima. Una bandita en vivo tocando jazz... y de fondo los edificios imponentes y las luces encandilantes de la ciudad. Uno de esos momentos que no me voy a olvidar más...
Espero que hayan disfrutado mis anécdotas de Hong Kong, y los dejo porque ya aterricé en Tokyo y los barra-bravas ya me estan distrayendo con sus cánticos de hinchada.

Los extrañooo! besotesss

Delfina.


HONG KONG




No hay comentarios:

Publicar un comentario